Dolor persistente
El dolor persistente, o dolor crónico, es un dolor que dura semanas, meses o años.
Para algunos, el dolor crónico es el resultado de una lesión, como un esguince de espalda, o un problema continuo como la artritis. Para otros, el dolor crónico ocurre en ausencia de una lesión pasada. Este tipo de dolor se basa en el tiempo, mientras que información más reciente nos ha demostrado que otros tipos de dolor se basan en mecanismos desencadenantes. Estos desencadenantes pueden ser de naturaleza mecánica, pero muchas veces pueden estar relacionados con un historial de condiciones o experiencias dolorosas.
Un informe de 2011 de Global Industry Analysts, Inc. estima que más de 1.500 millones de personas en todo el mundo sufren de dolor crónico, y que la tasa de incidencia aumenta con la edad. La mayoría de las enfermedades de dolor crónico afectan a los adultos mayores, pero no excluyen a las poblaciones más jóvenes.
¿Cuáles son algunas condiciones comunes de dolor persistente?
Las afecciones comunes incluyen dolores de cabeza, lumbalgia, dolor de artritis o dolor neurogénico (dolor resultante de daño a los nervios periféricos o al propio sistema nervioso central).
¿Cómo trata la fisioterapia el dolor persistente?
Para saber mejor cómo tratar este tipo de dolor, primero es importante trabajar con su fisioterapeuta para comprender mejor la causa subyacente y los desencadenantes relacionados con su condición individual.
Las estrategias de tratamiento útiles pueden incluir movimientos suaves y constantes, técnicas de relajación y actividades de visualización.
Lo único que me ha ayudado a controlar con éxito mi dolor hasta ahora son los medicamentos. ¿Por qué debería probar PT?
Es un tema delicado, pero al ver las noticias es probable que veas una historia sobre una muerte que puede atribuirse a los opioides o la heroína. Las recetas de opioides para el tratamiento del dolor se han cuadruplicado desde 1999, lo que ha provocado una crisis de salud nacional.
En respuesta, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron directrices en marzo de 2016 instando a los prescriptores a reducir el uso de opioides en favor de alternativas más seguras en el tratamiento del dolor crónico. La fisioterapia es una de sus alternativas no opioides recomendadas. Este es el por qué:
- Los fisioterapeutas tratan el dolor. Los opioides lo enmascaran.
- Los “efectos secundarios” de la fisioterapia incluyen una mejor movilidad, una mayor independencia, una disminución del dolor y la prevención de otros problemas de salud mediante el movimiento y el ejercicio. Los efectos secundarios de los opioides incluyen depresión, sobredosis, adicción y síntomas de abstinencia.
- La fisioterapia es eficaz para numerosas afecciones, y los CDC citaron "evidencia de alta calidad" que respalda el ejercicio como parte del tratamiento del fisioterapeuta para afecciones familiares como dolor lumbar, osteoartritis de cadera y rodilla y fibromialgia. La eficacia de los opioides para el tratamiento del dolor a largo plazo no es concluyente en muchos casos.
Para colmo, en algunos casos, la fisioterapia es tan eficaz (¡si no más!) que la cirugía. Además, no tiene que preocuparse por los costos, efectos secundarios, riesgo de infección, etc. asociados con las imágenes médicas y la cirugía.
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